Ahora que España se llena la boca con el diálogo,
permítanme reflexionar tres temas básicos del diálogo: Dinero, eficacia y
fiabilidad.
DINERO
El poco dinero que tiene el Estado español, es nuestro.
Pueden decir que nos dejarán de robar, pero eso no hay "diálogo" que
lo aguante. Hace cuatro años hubieran podido aceptar el concierto a la vasca
que Mas les pidió. Se negaron, en ese momento por catalanofobia, y ahora que el
sistema económico español está a punto de colapso.
El activismo constitucional anticatalán ha servido
para que Cataluña tome conciencia del brutal expolio fiscal al que la somete el
Estado español. Al robo descarado de los 16.000 millones de € al año de
expolio, hay que añadir el boicot contra la capacidad recaudatoria de Cataluña.
y los cálculos falsos de las aportaciones que debe hacer el estado.
Ahora ya sabemos que las
sentencias del Constitucional han costado a la Generalidad de Cataluña, la nada
despreciable cifra de, 2.300 millones de €, en un momento en que tener más
recursos era imprescindible para atender mejor las graves necesidades de la
gente. También sabemos que el Estado ha falseado el
cálculo de las aportaciones que debe hacer en Cataluña, y ha estafado 4.233
millones de € entre los años 2010 y 2014. Dinero que Cataluña ha tenido que
pedir a crédito, a través del FLA, para los que ha tenido que pagar intereses y
adaptarse a las imposiciones de Madrid.
GESTIÓN
Seguir en España significa aceptar su pésimo
sistema de gestión. Temas como el Castor, las autopistas radiales de Madrid, la
inversión del AVE, las cercanías de Barcelona, la deuda con las eléctricas,
el fondo de pensiones, la compra de los medios de comunicación, el eje
ferroviario del Mediterráneo, el desastre de Bankia supervisado por el Banco de
España y la Comisión Nacional de Valores, la incapacidad para abordar la
corrupción, la parcialidad judicial, las poquísimas inspecciones fiscales fuera
de Cataluña, el submarino que no flota, etc, etc, etc,... Un dato, la Comisión Nacional de los Mercados
y la Competencia, en informe de febrero de 2015 estima que la contratación
pública española tenía un sobrecoste de 47.000 millones de €, de los cuales,
12.000 millones se consideran corrupción. Tiran y roban el dinero a montones.
No podemos dejar nuestra gestión en manos del
estado más corrupto e inútil de Europa. Dejar de ser España es la manera de
garantizar que las escuelas enseñen, los trenes lleguen, los hospitales curen y
el país funcione.
FIABILIDAD
El diálogo es negociación de acuerdos y
cumplimiento de estos acuerdos. España no es nada fiable, y la serie de
incumplimientos es infinita. Como muestra las Cercanías que sufren cientos de
miles de ciudadanos cada día, a pesar de la infinidad de promesas mentidas.
En España la política se mueve bajo el síndrome
del Lazarillo de Tormes. Este tipo de picardía grotesca con que se incumplen
todos los acuerdos que se firman. El último, la acogida de refugiados. En las negociaciones
para entrar en la UE, los negociadores británicos explican que ellos, leían,
releían, miraban comas y sentidos figurados de todos los documentos de
trabajo, antes de firmar nada. Los negociadores españoles lo firmaban todo,
sin, prácticamente, ni mirárselo. Los británicos acabaron entendiendo que no
pensaban cumplir el contenido de ninguno de los documentos firmados. España
está a la cabeza de los estados que incumplen las directivas europeas.
¿Por qué Cataluña debería creer cualquier acuerdo con
Espanya?
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada